Son tiempos difíciles para los soñadores.

A veces poner buena cara cansa y mucho cuando no estás bien y finges estarlo. Estás mal e intentas superar los problemas, situaciones por ti misma pero a veces no puedes por mucho que lo intentes. Necesitas un empujón, un hombro en el que poder llorar y una mano que te agarre y que así sepas que no estas sola. Necesitas a alguien más fuerte que tú, que te escuche y que te diga: Son malos tiempos, tranquila, pasarán.

Olvidar y perdonar.

Soy una persona rencorosa a la que olvidar le cuesta mucho. Yo perdono pero no olvido. Y ahora viene la pregunta que se hace todo el mundo: ¿Si no olvidas cómo perdonas?.  Hasta hoy creo que nunca había perdonado y olvidado algo que me haya hecho tanto daño y por eso perdonaba.

Pero hoy me he dado  cuenta que  cuando realmente perdono es cuando he olvidado y ya me da lo mismo lo que haya sufrido. Pueden pasar días, meses e incluso años, como es el caso. Puede que pierda el tiempo en olvidar, pero cuando realmente te hacen daño no puedes evitarlo y mucho menos dejarlo pasar.

Hoy por hoy puedo decir que eso ya lo tengo olvidado y perdonado. Con esto he cerrado un capitulo, pero empieza otro. Nunca es tarde.