jueves, 4 de octubre de 2012

Te invaden los recuerdos.

Y es entonces cuando te vienen a la mente todos los momentos que viviste y que más añoras. Todos esos momentos que nunca más se van a repetir, que son únicos e inigualables, pero sobre todo son perfectos por las personas que los viven junto a ti. 
Piensas en aquellas tardes donde caminabas sin rumbo. Donde lo único que hacías era sonreír y disfrutar como una niña pequeña a la que no le importa nada más que divertirse. Recuerdas a la perfección todos y cada uno de los gestos de aprecio.
Echas de menos todos esos momentos pero a la vez te alegra saber que esos son momentos tuyos, que los tienes en el corazón, que te han marcado y que nadie absolutamente nadie te los va a quitar.

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